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lunes, 19 de diciembre de 2011

EVOLUCIÓN DE LAS TÉCNICAS NARRATIVAS

Posted by Diógenes Armando Pino Ávila 3:30, under | No comments


 Juan Manuel Prada, tutor en la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello

Orígenes del arte narrativo.(Imaginar una situación en la Edad de Piedra. Los hombres primitivos cazan un mamut y luego uno de ellos trata de contar las peripecias. Pictografías de Altamira y Lascaux. Surge el estatuto del narrador: la persona que narra y la persona que escucha. Surge el pacto ficcional o poder de persuasión (verosimilitud del relato).

“La ficción es la verdad de las mentiras”, dice Vargas Llosa. Surge el acuerdo tácito entre narrador y oyente (El oyente o lector está dispuesto a creer lo que se le narra).             

Sumeria, Egipto. Ya en ese entonces, utilizaban recursos literarios como el símil, la metáfora, la aliteración y el equívoco. Algunas de estas historias incluyen elementos de la mitología y es posible que procedan de tradiciones orales.            

Grecia. Iliada y Odisea, poemas épicos de Homero. Realidad subsumida en un mundo donde intervienen y participan los dioses y semidioses. Aportan el nivel mítico de la Realidad. Un mundo medio mágico, fantástico. Esto lo usará después Alejo Carpentier en “El Reino de este mundo”. También surgen las fábulas (Esopo).    

Roma: El asno de oro, de Lucio Apuleyo. Narrador en primera persona. Surge el género satírico.
Edad Media: Sagas. En el Cantar de Roldán se desarrolla la hipérbole, la exageración del héroe.
Las mil y una noches: Procedimiento de la caja china, se inventa el suspenso y la Cuentinovela..
Conde Lucanor: Historias de parábolas didácticas con sentido moral.     

Novelas de caballería: Tirant le blanc (giros del punto de vista, niveles de realidad, cambios de tiempo, mezcla de realidad y fantasía, etc.)    

Renacimiento: Bocaccio. Decamerón. Comienzan las estructuras tradicionales del cuento (Introducción, nudo y desenlace).                

Don Quijote (Cervantes) Compendio de técnicas narrativas, configuración de 2 personajes maravillosos que evolucionan a lo largo de la Historia. Se invierten al final.

Nace la novela picaresca: (Lazarillo de Tormes, Historia del Buscón, de Quevedo). Consolidación de la primera persona. Aumenta el poder de persuasión. Tom Jones,, de Henry Fielding.

Siglo XVIII: Romanticismo. Novela histórica (interactúan personajes reales y ficticios). Construcción del personaje. El protagonista no es de la aristocracia ni es popular, sino uno que está entre los dos, de tal manera que las contradicciones de la época se reflejen en este personaje.

Un ejemplo en Cuba. “Pepe Antonio”, de Álvaro de la Iglesia. El protagonista de la novela no es Pepe Antonio, sino un personaje medio, ni de la nobleza, ni de las masas populares.

Goethe: Tribulaciones del joven Werther. Introduce el melodramatismo y el suicidio en la literatura.
Las amistades peligrosas (Finales del siglo 18) Novela epistolar. Novelas que dicen basarse en cartas o manuscritos encontrados. Aumenta el poder de persuasión.              

Siglo XIX: Edgar Allan Poe: Unidad de impresión. Estructura dramática. La acción comienza en un punto clave y los sucesos incrementan la intensidad de la acción hasta llegar a un desenlace sorpresa. Obra de arte construida. Inaugura la corriente subterránea de sentido. El cuento esconde las claves secretas de su verdadera motivación. Estructura dramática sin dilaciones. Crea la estructura profunda del cuento.        

Los Miserables de Víctor Hugo. Retroceso en las técnicas narrativas. Tercera persona omnisciente. Intromisión exagerada del autor. De todas formas es una excelente novela.

Balzac: Bloques descriptivos exagerados que aburren al lector moderno.           

Gustave Flaubert. Madame Bobary. Primera gran novela moderna, narrador objetivo. Utiliza gran cantidad de técnicas narrativas como la de los vasos comunicantes. Narrador que no se mete en la trama ni en la mente de los personajes. No lo logra siempre (nivel retórico de la realidad = intromisión del autor). También inventa el estilo indirecto libre, que es cuando se confunde el narrador en tercera con el personaje. Los personajes comienzan a pensarse a sí mismos. Método de la palabra justa. (guiarse por la fluidez del ritmo), cuidando la forma de una manera profesional, casi perfeccionista. Abre la primera persona al subconsciente de los personajes.

Maupassant (hijo de Flaubert): Escribió 300 y tantos cuentos y 3 novelas no muy buenas. Asimila a Poe a la manera realista. No le interesaba lo extraordinario o grotesco de la realidad, sino lo cotidiano. No le interesa el acto de sorpresa, busca más la reflexión que el asombro en el lector. No soluciona conflictos, plantea una pregunta, una duda. En el cuento “Las joyas” no hay nada terrible ni extraordinario. La sorpresa está en medio del cuento, no en el final. El lector se queda con un enigma, no con una solución, invita a la reflexión.           

Antón Chejov: Para él es más importante la dialéctica interior del relato. Se disminuyen los efectos y la intensidad de la introducción y el desenlace. Lo más importante está en el centro del cuento. Descubre el valor de la reiteración en la historia. La anécdota disminuye de tamaño. Combinación de sorpresa y reflexión, pero la sorpresa no es a la manera de Poe. Maneja muy bien la ironía. Reverberación de lo cotidiano.              

Emile Zolá: (Naturalismo) Vivir lo que se escribe. Método científico. Si voy a escribir sobre los mineros, voy a una mina y veo como viven los mineros. “Germinal”, “Hombres sin mujer” de Carlos Montenegro. Detallismo obsesivo. 
Vanguardia europea (Franz Kafka, Marcel Proust y James Joyce).          
Kafka eleva a rango literario la angustia y el absurdo. El castigo busca la culpa. Narrador deficiente o equisciente. Uno no sabe jamás qué le va a pasar a continuación al personaje.
Marcel Proust. En busca del tiempo perdido. Proust introduce el recurso de la memoria afectiva. Uso particular del tiempo psicológico. Todo en primera persona. Un error de la novela es que tiene problemas de punto de vista (la primera se convierte en omnisciente).

James Joyce: Monólogo interior, neologismos, juegos de palabras. Desaparece el narrador. Flujo de la conciencia ante los ojos del lector sin intermediarios.           

Esta técnica es desarrollada en las llamadas novelas de corriente de pensamiento por Virginia Woolf y William Faulkner.               
EEUU: Conductismo en psicología. William James (hermano de Henry James). Al hombre es posible conocerlo por lo que dice y lo que hace, no por lo que piensa. Muy útil para el pragmatismo norteamericano. El conductismo influye en los escritores. Principios del siglo XX. Estos escritores se mudan para París (Gertrude Stein, Hemingway y Dos Passos, Scott Fitzgerald, etc.) Crean una literatura muy objetiva, muy práctica. Los cuentos se mueven a través de la conducta de los personajes. Narrador objetivo. Los personajes no piensan, solo actúan y hablan. Teoría de Iceberg de Hemingway. “Un gato bajo la lluvia”, “Asesinos”.                

Boom de la novela latinoamericana, cuyos rasgos definitorios son: preocupación por la estructura narrativa, experimentación lingüística, invención de una realidad ficcional propia, intimismo y rechazo de la moral burguesa. Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Guillermo Cabrera Infante.

Posmodernidad: Teóricamente se refiere a una actitud frente a la modernidad y lo moderno. Se trata de un movimiento global presente en casi todas las manifestaciones culturales. El posmodernismo literario tiene su origen en el rechazo de la ficción mimética tradicional, favoreciendo en su lugar el sentido del artificio y reforzando al mismo tiempo la ‘ficcionalidad’ de la ficción, En la literatura en lengua inglesa las teorías posmodernistas han sido empleadas a menudo por escritores enfrentados a la experiencia poscolonial, como Salman Rushdie en Hijos de la medianoche (1981). El movimiento se acercó también a formas populares como la novela policíaca (El nombre de la rosa, 1980, de Umberto Eco).    

Futuro: Novela tridimensional, cuento hipertextual.    

lunes, 12 de diciembre de 2011

EL LIBRO COMO ARMA DE CONSTRUCCIÓN MASIVA

Posted by Diógenes Armando Pino Ávila 3:56, under | No comments


Por Juan Manuel Parada

BBasta detener la mirada en la evolución del libro para descubrir que sus puntos álgidos están más ligados a las innovaciones tecnológicas que le han permitido mejorar su calidad material y agilizar su producción, que al talento creador de autores y autoras. Esto se debe a que su poder de influencia radica en la capacidad de alcance y penetración, es decir, en el acceso, y no, como se suele pensar, a la calidad de su contenido.

Desde los primeros esbozos de escritura en piedra, arcilla, madera, y hasta la invención del papiro, el libro no tuvo una influencia revolucionaria sino hasta la invención del códice, es decir, de ese documento escrito a mano, parecido al libro moderno: con páginas separadas, y no continuas como el rollo o papiro, unidas por una costura y encuadernado. La razón, producirlo era más fácil y permitía mayor difusión. Por lo general, su reproducción estaba a cargo de copistas religiosos, quienes propagaban sus creencias por esta vía y que a la vez servían de monitores para decidir qué se difundía y qué se iba a la papelera. A partir de allí, los políticos, que seguramente observaron el enorme poder de disuasión que tenían estosobjetos, pasaron a involucrarse activamente en la conservación, producción y difusión de libros y bibliotecas, y al igual que los líderes eclesiásticos, reprodujeron lo que les era favorable. Estas prácticas llevaron a la destrucción de innumerables documentos antiguos que nos hubieran permitido entender con mayor profundidad épocas aún oscuras de nuestra historia.

Cuando Gutemberg inventó la imprenta hacia 1440, se dinamizó como nunca la actividad del libro; a partir de allí comenzó a masificarse y con ello a comercializarse, abriéndole paso a una de las industrias más poderosas del mundo; que por cierto está en manos de transnacionales conscientes de que además del saldo económico, está el saldo político, y éste, en todas sus formas, trae de la mano más poder. Hoy día, el papel de censura que ostentaran la iglesia y los gobernantes, está en manos de empresarios que deciden posicionar a tal autor o a tal otro, siempre en función de sus intereses.

Tan influyente ha sido el libro en la evolución de las sociedades, que los acontecimientos importantes de la historia, en la mayoría de los casos, han germinado de él; la revolución francesa, por ejemplo, inspirada en enciclopedistas como Voltaire o Montesquieu; el ideario de Simón Rodríguez, motivado por las lecturas de Rosseau; el Cristianismo, por La Biblia; el Islamismo, por El Corán; el movimiento Nazi, por Mi lucha, de Hittler; los movimientos comunistas, por El Capital; y así una lista interminable. No es casual que el imperio norteamericano haya bombardeado la biblioteca de Bagdad, patrimonio universal y centro moral de los iraquíes. Así como tampoco fueron inocentes los mecanismos sistemáticos de destrucción de códices y otros documentos perpetrados por la corona española y la iglesia para borrar la memoria Azteca, Inca y Maya; quienes por cierto contaban con avanzados sistemas pictóricos y pictográficos a través de los cuales preservaban su imaginario, en un papel incluso mejor elaborado que el papiro egipcio.

Ahora, con la llegada de la Internet el libro vive su momento más revolucionario, ya que no solo goza de la aceptación tradicional, sino que se nos presenta en formatos más accesibles y económicos como el PDF (Formato de Documento Portátl) y el e-book (libro electrónico), que ya son un paradigma para gran parte de la población mundial e incluso, según estudios recientes, han incentivado la propagación del formato original. Por otra parte, gracias a las tecnologías de la información y la comunicación, empresas como Google se han dado a la tarea de digitalizar todos los libros creados por el talento humano; lo que garantiza mayor acceso y resguardo.

Pero no nos detengamos en una mirada feliz sobre este fenómeno social. Habría que preguntarse qué se está leyendo en el mundo. Llama la atención, por ejemplo, que en la última década libros como El señor de los anillos, Harry Potter y El Alquimista figuren en la lista de los cien más vendidos en la historia, incluso por encima de Cien años de soledad, Guerra y Paz y Don Quijote de la Mancha. Sin duda, la mano invisible del mercado mueve los hilos de esta dinámica netamente comercial, diseñando planes de mercadeo y haciendo uso de poderosos canales de distribución que benefician algunos libros por sobre otros, o dicho con más precisión, un sistema sobre otro. No nos engañemos; quizá en el mundo se está leyendo como nunca, pero una lectura para la deformación de los valores humanos, sostenida por el consumo obediente y obsesivo, que se traduce en cajas registradoras sonando a favor del capital.

Recordemos que el lenguaje escrito es el vehículo por el cual se comunican escritores y lectores, y su canal natural es el libro; por lo tanto, sin esta comunión no habría literatura, y sin literatura sería imposible la evolución del pensamiento y el saber tal como hoy lo conocemos. Ahora bien, asumimos que en la actualidad hay millones de lectores y billones de libros, pero ¿qué saber se está gestando? ¿qué información se difunde? El desafío está en asumir el poder de influencia de este dispositivo para colocar en el pensamiento colectivo ideas de vanguardia, goce estético, historia verdadera, la posibilidad de imaginar, el debate, el sentido real de la existencia, o mejor aún, la capacidad de dilucidar la verdad en un mundo enmarañado por la mentira y la estafa.

Venezuela, como nación abierta al libre mercado, no escapa a los fenómenos editoriales de masas, pero contrario al oficialismo estéril que imperó durante siglos, éste, el Gobierno Bolivariano, toma conciencia de su rol como Estado Docente y para ello, hace del libro una bandera ondeante. En lugar de quemarlos y prohibirlos, los masifica y promueve; reivindica a nuestros clásicos y alienta a los jóvenes. Despliega librerías populares por el territorio nacional; promueve concursos, planes de lectura y centros de estudios. Organiza ferias, festivales y encuentros. El buen libro es el núcleo en torno al cual giran el hombre y la mujer revolucionarios, en él se afianzan nuestras convicciones, y a través de él se propagan. El fruto más jugoso de estas acciones se nota a mediano y largo plazo, por lo pronto, suele pasar desapercibido. Pero estamos conscientes de que la lucha por una sociedad justa, por la felicidad y el buen vivir, no se ganará con balas y bombas, sino con la formación del hombre y la mujer nueva, y para ello, es necesario empuñar el libro como el arma más poderosa de construcción masiva.

Texto leído en la FILVEN 2011, Caracas, Venezuela.

Juan Manuel Parada. Escritor, Editor y Creativo Publicitario. Nacido en 1980, publicó su primer libro de relatos en 2006, titulado: Quemando a Venezuela, ganador del Certamen Mayor de las Artes y las Letras 2004. Su libro de cuentos Sequía está en proceso de edición. Colabora en diversas publicaciones impresas y dirigió la revista de arte YO ediciones. Ahora es diseñador en el Sistema Nacional de Imprentas, capítulo Lara, y desde allí impulsa la actividad editorial de la región. Como publicista posee una dilatada trayectoria en la creatividad y la gerencia; ha sido conferencista en importantes universidades de su ciudad. Entre 2007-08, cursó estudios en Madrid de Narrativa breve, Periodismo Cultural y Guión Cinematográfico. Actualmente es Coordinador General de la Escuela Literaria del Sur.

jueves, 1 de diciembre de 2011

CARACOLI DEL CESAR

Posted by Diógenes Armando Pino Ávila 5:13, under | No comments

Por: Javier Naranjo, escritor y promotor de lectura
Cuando un grupo hace de su reunión de trabajo una conversación sobre libros, creo que algo de entrada está bien. Cuando vas en un bus rumbo a unos talleres de las rondas, y en la banca de atrás alguien a quien aún no conocés está hablando con otro alguien sobre autores, creo que algo está bien. Cuando en las conversaciones con los niños te hablan de libros y de sus escritos y brillan sus miradas, creo que algo está bien. Y esto y muchas cosas más he percibido en las cuatro rondas a las que fui invitado. Voy a contarlo aquí atendiendo más a la percepción desde mi experiencia. No soy de cifras, cuadros estadísticos, tortas (otros son versados en esto). Qué saludable que en el mundo haya expertos de todo. ¡Maravillas de la diversidad que confortan! Trataré de dar una mirada desde las sensaciones, las conversaciones, las evidencias y las reflexiones puestas en común.

Estuve en Aguachica, La Jagua de Ibirico, Valledupar y Caracolicito. Nombres sonoros de los centros de nodo donde recibimos chicos de todos los municipios del departamento. Pueblos cálidos en todo sentido. No encuentro otra palabra más precisa para describir su clima, su gente expresiva, amorosa y hospitalaria, la risa franca de los niños, los colores de los días, las tonalidades de los Crotos en los jardines, la exuberancia de algunas formas en contraste con la arquitectura de las casas sencillas, casi austeras donde se privilegia la utilidad sobre el artificio. No voy a ampliar particularidades de cada ronda respecto a procesos de lectura, escritura, relaciones con las bibliotecas y con los préstamos que hacen en ellas de libros para llevar a casa. Voy a hablar en general, sin decir lo que conviene, esas frases que uno cree que espera oír el anfitrión. Por total respeto a lo observado, la sinceridad antes que nada para contar lo vivido.

Sé que la historia de los procesos de lectura en el Cesar no es de ahora, la siembra de todo lo que está sucediendo se inició hace mucho con el señor Carlos Guevara y su bibliobús, y cuando algunos de los promotores de hoy eran sólo unos pelaitos. Los talleres como tal sí llevan apenas tres años, y ya se notan unos excelentes resultados. Me acompañan razones: los niños están leyendo, hay pasión cuando mencionan libros, participan con viveza en las conversaciones sobre textos preferidos, recomiendan sin ambages. Hay que ver su seguridad cuando sugieren qué leer y porqué. El listado de libros que hacen es extenso, y es claro que en muchos casos no es una tarea, no es una lista arbitraria dictada por alguien para “quedar bien”. Escriben con gusto, con soltura y en muchos de ellos ya se advierte la influencia de lo que logran los libros en el pensamiento, en sus destrezas, en sus competencias comunicativas (como dicen ahora). Hay otras palabras, otras dimensiones que alcanza su lenguaje, sintaxis afortunadas. Giros, tropos, elaboraciones felices. Pero más allá de un listado amplio de libros (la mayoría de calidad) que hay en sus bibliotecas, más allá de los textos que evidencian potencia en el lenguaje, poesía, lo que se advierte sobre todo cuando se les lee a los niños, cuando se conversa con ellos sobre lo leído, sobre sus textos y sus sugerencias, es su atención. Su atención curiosa, inquisitiva que demuestra respeto por la palabra escrita, por sus virtudes y su poder. Sus ojos asombrados y ensoñadores, que los llevan contra todas las circunstancias adversas: calor, hambre, problemas familiares, violencia, a territorios donde todos somos libres. Donde podemos transformar el metal burdo de nuestras dudas, miedos, dolores, en oro para vivir mejor los días. No es precisamente evasión, es transmutación mediante la alquimia de las palabras y del afecto desde donde se brindan. Porque es justo aquí,reconocer la mística, la calidad humana que tienen muchos de los bibliotecarios y promotores de lectura que laboran en los municipios. Se advierte en la mayoría de ellos su amor por lo que hacen. Saben que sólo así se puede llegar a las personas. No creo tanto en la fuerza de los argumentos, si no hay ejemplo y entrega amorosa al quehacer, para así poder tocar los espíritus, y decirles que leer nos cambia, nos da otras coordenadas, enriquece el mundo que vivimos, nos ayuda a entendernos y a entender a los otros. Posibilita otras miradas.

Es cierto que no todos los niños están cercanos a la lectura, ni todos los bibliotecarios y promotores, y muchos padres de familia tampoco. Esta situación es normal, y lo que muestra es que el trabajo continúa. La lectura no tiene que ser una cruzada, hay muchos que no leen a quienes podemos llamar maestros de la vida.

Finalmente quiero expresar mi profundo agradecimiento a Mónica Morón, a su grupo de trabajo, a los promotores y bibliotecarios, por hacerme partícipe en esa aventura que merece crecer, ser un ejemplo de formación de lectores en el país. Ese camino de palabras por tierras de sabios juglares, que tiene un nombre sonoro: CARACOLÍ DEL CESAR.
Fotografías: Benjamín Casadiego ©2011

Publicado por La Red Departamental de Bibliotecas del Cesar